Se trata de un enorme salvavidas, lanzado a un alto precio, en un tramo de la costa mediterránea egipcia. Mientras Egipto se enfrenta a una flagrante falta de divisas, los Emiratos Árabes Unidos se preparan para inyectar 35.000 millones de dólares (32.100 millones de euros) en dos meses en el país. La mayor parte de los fondos se destinan al desarrollo de Ras El-Hikma, una península de 170 millones de metros cuadrados (el tamaño de la cuenca de Arcachon), que se extiende sobre casi 50 kilómetros de playas de arena blanca.
Detrás de esta adquisición está el fondo soberano emiratí Abu Dhabi Developmental Holding Company (ADQ), encabezado por el jeque Tahnoun Ben Zayed, hermano del líder de los Emiratos, Mohammed Ben Zayed Al Nahyan. ADQ, que gestionará el proyecto, desea hacer que Ras El-Hikma “una de las ciudades nuevas más grandes desarrolladas por un consorcio privado” convirtiéndolo en un destino turístico de lujo, sumado a un centro financiero y una zona franca.
Este acuerdo, sin precedentes en la historia de Egipto, según su Primer Ministro, Moustafa Kemal Madbouli, fue anunciada el 23 de febrero con gran fanfarria desde la nueva capital administrativa, llamada Wedian o Al-Masa, otro gran proyecto en el que el emirato ha invertido mucho. En un momento en el que El Cairo se está ahogando en deudas estimadas en más de 160 mil millones de dólares y enfrenta su peor crisis de liquidez en décadas –agravada por los disturbios en el Mar Rojo y la disminución de los ingresos del Canal de Suez–, estas inversiones masivas constituyen un soplo de aire fresco para Egipto. fuerza.
“Un rescate inesperado”
“Es un rescate inesperado. A corto plazo, este capital ayudará a frenar el vertiginoso deterioro de la economía. La inflación caerá. Pero por cuánto tiempo ? No debemos subestimar la capacidad del gobierno para diluir estos fondos sin invertirlos en proyectos sostenibles., preocupa a Timothy E. Kaldas, codirector del Instituto Tahrir para la Política de Oriente Medio, una ONG dedicada a la transición democrática en Oriente Medio. “Nada cambiará si el gobierno persiste en la misma política seguida desde hace diez años: la multiplicación de megaproyectos extremadamente costosos y poco rentables para la economía del país, que benefician principalmente a una nebulosa de partidarios y cercanos al régimen”continúa el investigador.
La inyección de billetes verdes procedentes de Abu Dhabi se escalonará en varios tramos: ya se han transferido 10.000 millones de dólares, a los que se añadirán otros 14.000 millones dentro de dos meses; los 11.000 millones restantes consistirán en un desembolso de los depósitos emiratíes ya existentes en el Banco Central de Egipto, que se utilizarán para financiar diversos proyectos en todo el país.
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