Los Estados Unidos y China han consentido en disminuir recíprocamente los aranceles y efectuar una pausa temporal en su extendido conflicto comercial, señalando un cambio importante en las relaciones económicas entre los dos países.
El acuerdo, alcanzado tras dos días de negociaciones en Ginebra, establece una reducción de los aranceles estadounidenses sobre productos chinos del 145% al 30%, mientras que China disminuirá sus tarifas sobre bienes estadounidenses del 125% al 10%. Esta medida busca aliviar las tensiones comerciales y fomentar un entorno más propicio para futuras negociaciones.
Ambas partes han acordado una pausa de 90 días en la imposición de nuevos aranceles, durante la cual se establecerá un mecanismo permanente de diálogo para evitar futuras escaladas comerciales. Este mecanismo estará encabezado por representantes de alto nivel de ambos países y se reunirá alternativamente en Estados Unidos, China o terceros países.
El encargado del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, resaltó que ninguna de las partes tenía interés en una separación económica, enfatizando la relevancia de conservar vínculos comerciales estables. Mientras tanto, el viceprimer ministro de China, He Lifeng, calificó las charlas como «honestas, extensas y significativas», previendo avances notables en las relaciones entre ambas naciones.
A pesar de que el pacto significa un progreso, no contempla todos los aranceles actuales. Por ejemplo, aún están activos los aranceles de hasta el 25% que Estados Unidos impuso a productos chinos con un valor superior a 300,000 millones de dólares en administraciones pasadas, así como los impuestos sobre automóviles, acero, aluminio y sus derivados.
El informe sobre el pacto tuvo un efecto favorable en los mercados financieros. El Promedio Industrial Dow Jones ascendió más de 1,000 puntos, en tanto que el S&P 500 y el Nasdaq mostraron incrementos del 2.9% y 4%, correspondientemente. Compañías tecnológicas y de venta al por menor, como Apple, Amazon y Best Buy, observaron alzas considerables en sus acciones.
A pesar de la reducción de aranceles, algunas tarifas específicas, como el arancel del 20% sobre importaciones chinas relacionado con el fentanilo, permanecerán en vigor. Este aspecto refleja la complejidad de las negociaciones y la necesidad de abordar múltiples temas en las relaciones bilaterales.
El trato también incluye la opción de hacer uso del convenio comercial de «Fase 1» que se firmó en enero de 2020 como base para próximas conversaciones. Este acuerdo inicial contenía promesas de China para incrementar la adquisición de productos de Estados Unidos en áreas esenciales.