Netanyahu asegura que Israel controlará indefinidamente la seguridad en Gaza tras la guerra | Internacional

Cuando acabe la guerra, Israel controlará “indefinidamente” la seguridad en Gaza. Lo ha dicho el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en sus primeras declaraciones sobre cómo será el famoso día después de la “destrucción” de Hamás, el objetivo que se ha marcado Israel en su campaña militar, que ha causado en un mes más de 10.000 muertos ―en su mayoría menores y mujeres― y un “desplazamiento forzoso y una tragedia humanitaria de proporciones colosales”, como las ha definido este martes la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA.

“Creo que Israel tendrá, durante un periodo indefinido, la responsabilidad general de la seguridad, porque hemos visto lo que sucede cuando no la tenemos”, ha asegurado Netanyahu en una entrevista con la cadena estadounidense ABC. La frase deja la puerta abierta a varias opciones. Para empezar, habla de “responsabilidad general”, lo que sería compatible con la presencia en la Franja de otras tropas, como la fuerza multinacional que Estados Unidos baraja en las conversaciones con sus aliados.

Más aún cuando Israel ha dejado claro que no pretende reocupar permanentemente, gestionar el día a día ni volver a levantar asentamientos en el enclave palestino. Es decir, reeditar el régimen que mantuvo entre 1967, cuando la capturó en la Guerra de los Seis Días, y 2005, el año en el que el Gobierno de Ariel Sharon evacuó unilateralmente de allí a todos los soldados y colonos. Israel considera que, a partir de ese momento, carece de responsabilidad alguna sobre Gaza, aunque según el derecho internacional sigue teniendo obligaciones legales sobre su población civil, en tanto que aún es potencia ocupante.

En este contexto, Netanyahu reiteró su oposición a un “alto al fuego general” sin la liberación previa de rehenes, al considerarlo oxígeno para Hamás. Sí aceptaría, matizó, “pequeñas pausas tácticas”: “Una hora aquí, una hora allá… las hemos tenido antes. Comprobaremos las circunstancias para permitir que entren bienes, bienes humanitarios, o que puedan salir rehenes, rehenes individuales”.

Líderes políticos y militares israelíes hablan estos días de que, una vez liquidados el Gobierno y la milicia de Hamás, el ejército deberá mantener la capacidad de entrar en Gaza a placer para hacer redadas, asesinatos selectivos y arrestos. El último, este martes, fue el ministro de Defensa, Yoav Gallant, que señaló en el Parlamento que las Fuerzas Armadas “conservarán plena libertad para actuar en cualquier situación en la que haya algún tipo de amenaza desde Gaza”.

Las declaraciones perfilan una situación similar a la que existe en el 18% del territorio ocupado de Cisjordania, en el que están las principales localidades y, por tanto, la mayoría de la población. Es la llamada zona A, según la terminología de los Acuerdos de Oslo en 1993. Allí, las fuerzas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) controlan la seguridad y se coordinan con las israelíes, pero estas últimas hacen incursiones cuando lo estiman necesario. A diario, en el último mes ―a raíz del ataque de Hamás que mató a unas 1.400 personas― en el que han practicado cientos de arrestos y matado a más de 130 palestinos, incluido con bombardeos aéreos, como en la época de la Segunda Intifada (2000-2005).

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.

Suscríbete

Toda Gaza es técnicamente zona A, solo que la ANP no ejerce ahí su papel desde 2007, cuando los hombres de Hamás se impusieron en una semana de enfrentamientos callejeros con Al Fatah (la facción rival que lidera Abbas), un año después de ganar las elecciones.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante una conferencia de prensa el pasado 28 de octubre, en Tel Aviv.
POOL (via REUTERS)

Netanyahu aseguró de forma críptica que el Gobierno de Gaza quedará en manos de “aquellos que no quieren seguir el camino de Hamás”, sin aclarar si se refiere a la ANP. El pasado domingo, su presidente, Mahmud Abbas, se mostró abierto a esa posibilidad, siempre que vaya acompañada de un horizonte de acuerdo de paz que implique la creación de un Estado palestino. “Asumiremos plenamente nuestras responsabilidades en el marco de una solución política integral que incluya toda Cisjordania, incluida Jerusalén Este, y la franja de Gaza”, dijo, según informó la agencia oficial palestina Wafa.

Largas distancias a pie

Mientras tanto, los bombardeos no cesan: ni en el norte, ni en el sur de Gaza, la zona a la que Israel ordena a los habitantes dirigirse mientras los blindados rodean Gaza capital, y la única a la que entra ayuda humanitaria desde Egipto.

Los caminos que llevan a Saladino, la carretera que recorre Gaza en vertical, están tan dañados que familias enteras (con niños, ancianos y personas con discapacidades) se ven obligadas a recorrer grandes distancias a pie cargando sus enseres, según destaca en su último informe la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, en sus siglas en inglés) y se puede ver en las imágenes que llegan del interior de Gaza. La OCHA señala que unas 5.000 personas se dirigieron hacia el sur este lunes, durante las seis horas en las que Israel abrió un “corredor humanitario” que pocos se atreven a tomar porque se han registrado bombardeos en el camino y porque el ejército israelí actúa en ambas mitades de la Franja. Un día antes fueron 2.000. El ejército israelí afirma que Hamás impide a la población escapar.

Se estiman en torno a 300.000 los gazatíes que siguen en el norte, la zona más castigada por los bombardeos que están reduciendo Gaza a escombros. Según datos de Naciones Unidas, casi el 45% de los edificios de toda Gaza han sido afectados por estos ataques sin precedentes: más de 40.000 están directamente destruidos o inhabitables y otros 220.000, dañados en mayor o menor medida. Las imágenes aéreas muestran la destrucción de barrios enteros; y otras, grabadas desde vehículos o a pie, hileras de edificios venidos abajo o que han perdido los muros exteriores.

Las milicias palestinas capturaron a más de 240 personas en su ataque del pasado día 7 y crece la presión en Israel para que sean liberadas en el marco de un acuerdo. Según Abu Obeida, el portavoz del brazo armado de Hamás, las Brigadas de Ezedín Al Qasam, que retienen a la mayoría de ellas, los intensos y constantes bombardeos israelíes ya han matado a más de 60.

Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

_